20 octubre, 2010

Diane, aquí Dale Cooper...

Las navidades están a la vuelta de la esquina (vale, aún queda, pero no me quitéis la ilusión) y una de las cosas que más me gustan de ese periodo vacacional es que es un época ideal para revisionar algunas de mis series de cabecera.


Hay algunas que ya llevan unos cuantos de estos revisionados a sus espaldas, y luego hay otras como 'Twin Peaks', que será la primera vez que vuelva a ver la serie completa. Y qué mejor para ir calentando que recordar un poco a su protagonista, el inmenso Dale Cooper.

Como decía, cuando revisione la serie, será la primera vez que lo haga de principio a fin, ya que la primera temporada sí que la he visto completa un par de veces. Ayuda y mucho que sea una serie considerablemente corta, apenas 30 capítulos, lo que hace bastante llevadero y tangible dicho revisionado.

Uno de los grandes alicientes para esta iniciativa es sin duda volver a reecontrarme con ese pueblo tan entrañable como indeseable, con ese ambiente malsano, con esa atmósfera calmada pero extremadamente tensa, con los archifamosos desvaríos de Lynch, y como no, con sus famosos e inolvidables personajes, entre los que destaca el protagonista de la serie: el inolvidable agente Dale Cooper.


La primera vez que vemos a dicho personaje lo hacemos subidos a su coche, a punto de entrar a Twin Peaks, un pueblo del que ya nunca saldría, al menos que nosotros sepamos. Y es que Cooper quedó hipnotizado con ese montañoso lugar tanto como nosotros. Con su gente, con sus paisajes y porqué no, con sus tenebrosos y siniestros misterios, algo que te atrae y te atrapa como pocas cosas lo han hecho a lo largo de la historia de la televisión.

No deja de ser curioso que el protagonista de la serie no se dejase ver hasta la media hora del piloto aproximadamente; un piloto que él se encargó de revolucionar más si cabe. Desde aquellos primeros instantes donde rebuscaba algo entre las uñas de las víctimas, mientras aquel fluorescente no paraba de parpadear y el Sheriff Truman aguardaba entre la inquietud y la fascinación, sentimientos compartidos por todos los que estábamos al otro lado de la pantalla.


Y es que hablar de Dale Cooper es hablar de sus excentricidades. Desde sus ejercicios mañaneros, donde se colgaba del techo de su habitación de hotel para ponerse en forma, hasta su vicio enfermizo por el café, o su curiosidad por aquellos míticos árboles que le acompañaron mientras el pueblo le daba la bienvenida. Por no hablar de la inseparable y fiel ralación con su grabadora (¿soy el único que piensa que en realidad no existía ninguna Diane?). Pero si hay algo alguna paranoia coopera realmente destacable es la de sus sueños. La primera vez que lo saca a colación ya nos hace presagiar que la cosa se va a poner... extraña. No es para menos, ya que tal asunto acaba con un agente especial del FBI encargado de atrapar a un asesino en serie, tirándole piedras a una botella, esperando que ésta le diga quién es realmente sospechoso del asesinato. Sí... estas últimas líneas servirían perfectamente para espantar al alguien que tenga pensado ver la serie. Sin dudas.


Esto que acabo de contar era una consecuencia directa de esos sueños que jamás habíamos vistos, y que por otra parte, creo que tampoco esperábamos ver. Pero estábamos equivocados. 'Twin Peaks' también nos iba enseñando con el tiempo que era tan fascinante y extraña como imprevisible, y la incursión directa en uno de los sueños de tal personaje no iba a tardar en llegar. Creo que no hace falta recordar en demasía dicha escena. Sólo hace falta unas pocas palabras para que todos nos transportemos de inmediato a el momento en cuestión: Cooper envejecido, la fallecida Laura Palmer (¿o era su prima?) y el enano bailarín que hablaba al revés. Un párrafo después ha salido otro enunciado capaz repeler rápidamente al personal no iniciado en mundos lynchianos.


Pero dicho sueño, que podría haber quedado como una de tantas idas de pinza del pertubado Lynch, al final supuso el empujón y la ayuda necesaria para que nuestros agente favorito encontrara la respuesta a su gran pregunta, o si no, al menos parte de ella. Es cierto que a partir de dicho momento, en especial desde que le quitan el traje, el personaje se ve algo mermado, y no es casualidad que el tremendo bajón que sufre la serie en el tramo intermedio de la segunda temporada (desde el 2x10 hasta el 2x17) coincida con dicho suceso.

De cualquier forma, el resultado global fue el de un personaje que ha pasado a los anales de la historia de la televisión, algo que no era fácil, siendo 'Twin Peaks' la primera serie revolucionaria de la pequeña pantalla. Sobre el final que le dieron a su personaje... poco que decir. ¿Fue justo? Pues sinceramente, ni idea. Probablemente, sí que sea un final demasiado cruel para tan entrañable y encantador personaje, pero un servidor, amante de los finales abiertos y poco aclaratorios, lo ve con muy buenos ojos. Sea como fuere, el agente especial Dale Cooper siempre aguardará con un cariño especial en nuestra memoria. Que así sea.

3 comentarios:

  1. F. Wade estoy a tres capítulos de finalizar con la serie. Aunque se sabe lo del asesino de Laura, sigo estando perdido. ¿Que me sugieres para la sección final que será hoy? (seguramente cuando leas esto ya la habré presenciado). De ese final, depende que le de un 8,9 o 10 a la serie. Habrá magia? Me lo leeré más profundamente el artículo mañana. Unsaludo.

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  2. No sé si llamaría "magia" a lo que pasa en el final de 'Twin Peaks'. Me decantaría más por "desvarío enfermizo", como no podía ser de otra forma, de la mano de Lynch. A ver qué te parece :)

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  3. Ya lo he visto. No me ha decepcionado. Me ha puesto de los nervios pero tampoco me ha llenado. Si creo que haya sido un buen final para el personaje de Cooper. Como has dicho, la serie a partir del capítulo 10, cayó totalmente en la mediocridad. Gracias a capítulos como 2x07, 2x09, y 2x22, la salvo de darle peor nota. Un 8 al final, pero de obligatorio visionado. Ha merecido la pena sin duda.

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