12 septiembre, 2010

Rendido ante 'Six Feet Under'

A decir verdad, no es nada fácil empezar a hablar de una serie como 'Six Feet Under' (conocida en España como 'A dos metros bajo tierra'). La serie creada por Alan Ball, (creador también de la bizarra, genial y existosa 'True Blood' y ganador de un Oscar por el guión de la aclamada película dirigida por Sam Mendes, 'American Beauty') se aleja totalmente de cualquier cosa vista antes (o después) en televisión.


Un servidor está a punto de terminar la tercera temporada, y no he podido aguantar más para hablar de ella. Sinceramente, puede que lo haga ahora porque la obra está incompleta para mí, y viendo por los derroteros que ésta se mueve, sospecho que me va a costar mucho hablar de ella cuando la haya acabado.

Voy a hacer el intento de hablar de ella algo por encima, sin entrar en detalles, aunque esta entrada quede mucho más light de lo que debiera. Pero ya habrá tiempo de profundizar en ella. Te presento a los Fisher.

Como decía antes, no es moco de pavo hablar de esta serie. Hay algo que pienso desde casi el principio, y es que, sospecho (y creo que no me equivoco) que de cada episodio sólo soy capaz de descifrar aproximadamente 30% de lo que me están contando. Quiero decir, es una serie donde se insinúa mucho más de lo que se muestra. Donde es más importante lo que no se dice que lo que se dice. Donde es mejor creerte las miradas de los personajes que las palabras que salen de sus bocas.

Cada episodio de la serie comienza de la misma forma: una muerte (desde las más mundanas hasta las más enrevesadas), fundido a blanco, con nombre, fecha de nacimiento y fecha de defunción del fallecido, y a otra cosa. Estas muertes no suelen ser otra cosa que una mera excusa para ver cómo evolucionan cada uno de los personajes principales de la serie, aunque en 'Six Feet Under' no se deja nada al azar, y un personaje meramente episódico puede dejar detalles incolvidables y momentos memorables. Hay que decir que aunque es una serie muy emocional (de hecho, hay veces que se le ve demasiado el plumero en cuanto a sus intenciones, y eso me gusta) esta se aleja totalmente del sensiblerío fácil. Es más, se nota que huye de él como de la peste, aunque podría abusar de ello constantemente.


Confieso que siento debilidad por esas escenas en las cuales los hermanos Fisher reciben a la familia del difunto para hacer el preparativo del funeral. Es una delicia estar atento a los gestos, miradas y las (no) palabras que salen de ambos, en especial de Nate, interpretado por un sorprendente y majestuoso Peter Krause, para este que escribe, el mejor personaje (y actor) de la serie.

Y ojo, decir eso en una serie donde está Michael C. Hall es, cuanto menos, llamativo. Y es que en cuanto a Hall no hay novedades en el frente. Que me crea de principio a fin al personaje que interpreta en 'A dos metros bajo tierra' es extremadamente meritorio, más que nada porque llevo viéndole cuatro años descuartizando a gente en 'Dexter', con un personaje que lo tiene todo para que se le encasille de por vida. Pero no, Michael C. Hall ha demostrado estar por encima de todo eso.


Otro descubrimiento maravilloso ha sido Lauren Ambrose, esa adolescente encabronada con el mundo en general y con su familia en particular. Jamás olvidaré los instantes siguientes a la muerte de su padre, el estado en el que se encontraba, y la confesión a un hermano al que apenas conocía en el depósito de cadáveres. Tampoco puedo dejar de decir que me parece el personaje adolescente mejor construido que jamás he tenido oportunidad de ver en televisión. Todo lo que le pasa a esa chica tan sombría como fascinante es tan real...

Completan el cast principal Frances Conroy, esa mujer que hace que te apiades y sientas pena por esa infiel viuda tan llena de tristeza. O Freddy Rodríguez, el moralista, dicharachero y encantado de conocerse a sí mismo, Rico, encargado de lidiar con lo imposible. Y cómo no, Rachel Griffiths, la irritante Brenda, ese personaje que de una escena a otra pasa de maravillarme a tocarme la moral pero de una forma bastante mosqueante, lo que no hace más que confirmar el fabuloso trabajo de la actriz. Digno de mención es también Jeremy Sisto, ese actor que da vida al inquientante y sí, por qué no, terrorífico Billy.


Y... no puedo olvidarme de una personaje que no es principal, pero que para mí es uno de los grandes alicientes de la serie: el que tiene el honor de ser el primer muerto de la serie, el patriarca de los Fisher, Nathaniel. Su repentina muerte al minuto de comenzar la serie no nos imposibilitó -afortunadamente- de disfrutar de ese maravilloso actor llamado Richard Jenkins. Lo conocía de la reciente película 'The Visitor', largometraje que le valió la nominación al Oscar. Como siempre digo, es ver aparecer su nombre en los créditos iniciales y pegar un bote de alegría.

En fin, voy cerrando esta entrada con pintas de sinopsis bestia con la alegría y la expectativa de que aún me queda por disfrutar la recta final de la tercera temporada y la cuarta y quinta temporada completas. No sé si volveré a escribir algo sobre ella antes de acabarla, o incluso después, ya veré cómo se presenta el asunto. Eso sí, estoy seguro que seguirá siendo un gusto ir a visitar a los Fisher y compañía.

5 comentarios:

  1. Excelente entrada, DWade, como siempre.

    Yo tengo pensado empezarla dentro de poco, y la verdad es que tengo muy curiosidad por verla.

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  2. Muy buena entrada Dwyane. ¡Me estoy replanteando volver a ver la serie! Tú por lo que leo te estás metiendo un atracón de cuidado... Engancha, ¿eh? Jeje.

    ¡Un saludo compi!

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  3. Felicidades por tu blog Dwayne. De la serie solo he visto episodios puntuales pero me han parecido excelentes, espero muy pronto ponerme con ella.

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  4. Pues ya verás cuando veas el final, probablemente el mejor que una serie de televisión ha tenido jamás, y que te deja noqueado durante días.

    Un saludo.

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